Hace unos meses, en la Asamblea de CONFINES en Fuenlabrada (Madrdid ) fui elegido Secretario de la Confederación . Ya era sabedor de la historia de ataques a la Confederación desde fuera y lo que es más inverosímil ,desde las mismas Asociaciones participantes . La historia ha vuelto a repetirse: primero el bombardeo indiscriminado y posteriormente la solicitud de baja de la Confederación de algunas Asociaciones participantes.
Es evidente que como líderes sociales somos un absoluto fracaso por nuestra incapacidad de llegar a acuerdos mínimos y de crecer como Confederación para presentar a la Administración una alternativa clara y concisa basada en dos elementos consensuados : la identificación y la atención educativa a los alumnos/as de Altas Capacidades. En estos momentos , los porcentajes de identificación de alumnos de AACC a nivel nacional oscilan entre el cero absoluto y el ridículo absoluto . La atención educativa es , en términos globales, inexistente .
Pero esta situación ( que además esta empeorando drásticamente ) no se ha producido por casualidad. Por naturaleza intrínseca , las personas y asociaciones implicadas en la promoción de las Altas Capacidades somos una minoría social . Una minoría desunida y fragmentada a la que la Administración no presta (evidentemente ) ninguna atención , ni lo va a hacer en un futuro próximo porque somos incapaces de consensuar un acuerdo global de mínimos.
En conclusión , la causa de la maldición de la inteligencia (parafraseando el libro de Carmen Sanz Chacón ) está a mi juicio en la irresponsabilidad de los agentes sociales a los que por desgracia nos ha correspondido liderar la promoción y defensa de los niños y niñas con Altas Capacidades .