martes, 16 de enero de 2018

La verdadera maldición de la inteligencia

Hace unos  meses, en la  Asamblea de  CONFINES  en Fuenlabrada (Madrdid  ) fui  elegido  Secretario de la  Confederación .  Ya  era sabedor  de la  historia  de   ataques   a la  Confederación  desde  fuera   y lo  que  es  más  inverosímil ,desde las  mismas  Asociaciones  participantes  . La  historia  ha vuelto  a repetirse: primero  el  bombardeo indiscriminado  y posteriormente   la  solicitud de  baja   de la  Confederación  de  algunas  Asociaciones participantes.
Es evidente  que como líderes  sociales somos  un  absoluto fracaso por  nuestra  incapacidad  de  llegar  a acuerdos mínimos y de   crecer   como Confederación  para   presentar    a la  Administración una  alternativa  clara  y  concisa  basada  en dos  elementos  consensuados : la  identificación y la  atención educativa  a  los alumnos/as  de  Altas  Capacidades. En  estos momentos , los porcentajes   de  identificación de  alumnos  de  AACC  a nivel nacional oscilan  entre  el cero absoluto y el ridículo absoluto . La atención educativa  es   , en términos  globales, inexistente .
  Pero  esta situación  ( que  además  esta empeorando drásticamente )   no  se  ha producido por  casualidad. Por naturaleza intrínseca , las  personas  y  asociaciones implicadas  en   la promoción  de las  Altas  Capacidades   somos   una  minoría social  . Una  minoría  desunida  y fragmentada   a la  que  la  Administración  no presta (evidentemente )  ninguna  atención , ni lo va  a hacer  en un futuro próximo porque  somos incapaces  de  consensuar   un acuerdo global  de mínimos.
   En conclusión  ,  la  causa  de la   maldición  de la inteligencia  (parafraseando  el libro  de  Carmen Sanz  Chacón  )  está  a mi juicio  en la  irresponsabilidad  de los  agentes  sociales  a los  que  por  desgracia  nos  ha  correspondido liderar  la promoción y defensa   de  los  niños y niñas con Altas  Capacidades .